13/7/11

Globalización, crisis actual por pérdida de valores e Internet

Entre las distintas ideas expuestas en la entrevista del sociólogo Manuel Castells, una que considero esencial para entender la situación de la crisis actual es la ruptura de valores. Castells afirma en varias ocasiones que hay una crisis ética, que se han perdido los valores fundamentales de la vida y comunes a todos los hombres y se ha sustituido el sentido de la solidaridad por un individualísmo absoluto, es decir, cada uno lucha por un beneficio propio y así, poco a poco se va olvidando que cada persona forma parte del mundo y las pequeñas partes forman un todo, de ahí el sentido de la globalización.

Internet es otro tema sobre el que se habla en la entrevista. Es una plataforma en la que se informa a los ciudadanos sobre distintas cuestiones y acontecimientos que van sucediendo, los ciudadanos tienen un acceso directo a todo tipo de información a la que legalmente tienen derecho. Como afirma Manuel Castells, el problema de internet llega cuando es usado para dar información falsa, aquí cabe hablar sobre la manipulación política que afecta en parte a los medios de comunicación los cuales reciben y publican historias que no son verdaderas y esto tiene como consecuencia la desconfianza de los ciudadanos. Frente a esto, la confianza ha de reestablecerse pues la confianza entre gobernantes y gobernados es esencial para gobernar un país y que este vaya bien política y económicamente. Es cierto, como dice Castells, que la capacidad de intervenir en las mentes de las personas es inmensa en el mundo de la comunicación digital, multimodal y omnipresente, pero por otro lado las personas pueden reaccionar y pensar las señales que reciben, la información que les llega y de este modo tener espíritu crítico e intentar buscar la verdad.

Es importante, a la hora de hablar de Internet, el saber que es una plataforma libre y difícil de controlar. Se tiene miedo a internet cuando en realidad a quien se tiene miedo es a nosotros mismos. Internet no es el problema, a veces nos olvidamos de que son las personas quienes utilizan Internet y quienes libremente optan por usarlo como un medio para conseguir un fin bueno, como puede ser la búsqueda de solidaridad, o por el contrario, para conseguir un fin malo, así como una banda racista.

La libertad es un realidad que no podemos hacer desaparecer, al igual que el desarrollo tecnológico de los últimos años. Es interesante la respuesta que da Castells: "La tecnología no la vamos a cambiar, mejor nos reparamos a nosotros mismos". Y frente a este desarrollo de la tecnología se pone el subdesarrollo ético, de nuevo se alude a los valores, pero esta vez centrándose en que la globalización ha debilitado en la práctica el poder de los estados nacionales, al proceso de secularización y a la crisis del patriarcado de la familia, lo que ha hecho que aparezca una inseguridad en las relaciones humanas. Se podría decir que si faltan los valores, falta todo, y es en la familia donde se empieza a adquirir y a conocer los valores comunes a los ciudadanos, si se rompen los lazos familiares se desemboca en la crisis actual, crisis de valores, política y económica pues la familia es la primera sociedad y donde se aprende a vivir en sociedad.

Una posibilidad de solucionar la crisis según Castells es la reforma de las instituciones políticas aumentando la participación, generando nuevas formas de articulación por internet y sintiéndose responsable de las demandas de los ciudadanos. También dice que si esto no se produce: la ruptura social o la violencia individual puede generalizarse. Es la clase política actual la que tiene que reformarse a sí misma pero lo cierto es que no hay voluntad política por parte de las instituciones y de los partidos de reformarse a sí mismos, esto desemboca en que la plataforma de internet gane espacio frente a todo lo que en las instituciones no está suficientemente representado con respecto a lo que es la sociedad. Por tanto, afirma Castells que en lugar de utilizar internet para la necesaria reforma política y los vínculos con los ciudadanos, confunden internet con un tablón de anuncios o con un sistema publicitario de televisión y dejan la red a las fuerzas que están en los márgenes o fuera del sistema político.

 La tecnología nos ha ayudado a crearnos la idea de que podemos hacer un mundo artificial, sin límites, pero esto es imposible pues el ser humano y la naturaleza tienen límite. No se puede pensar que el ser humano es capaz de controlar la naturaleza sólo porque se ha producido un desarrollo tecnológico y del conocimiento. Existen unas reglas éticas y si se destruyen, afirma Castells, desorganizamos las instituciones de la sociedad poniendola en peligro.

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